Nunca preguntes lo que estoy pensando.

"La vida sentirá aún más frío y el fantasma no podrá dormir..."

martes, 19 de abril de 2011

Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese "que se yo"..

Que increíble la cantidad de mierda que debe soportar un ser humano para poder escribir algo que valga la pena... Eso fue lo que sentí mientras tomábamos algo en el bar británico, sólo pensar que ahí se sentó Sabato pensando en Martín, Alejandra y abismos...

El parque Lezama, Santelmo y básicamente... cualquier parte de Buenos Aires en la noche provoca enamorarse o ser escritor, evidentemente si vienes acá y no te enamoras terminaras escribiéndolo... Y es que sí, las calles tienen ese Que se yo, antiguas, con historias, con una tristeza aceptando (que no es lo mismo que tristeza negada)

Como quien está resignado, pero tranquilo y quien sabe... Ese optimismo dormido, no sé, tal vez sea la ciudad o sólo yo. Sí, quien sabe.

Desde el balcón de la casa, cuando te asomas en la madrugada, todo parece una fotografía o una vida en espera. Sólo silencio y calle, nada más, ese Nada que desespera, pero te acercas igual para alejarte un poco, todo se contradice (pero) con sentido.

Creo que es mi cuerpo diciéndome algo, o S. diciéndome que no me enamore. Intenté controlarme y físicamente me dolía, así que me dejé llevar y me di cuenta de que había luna llena...

Me di cuenta de muchas cosas, imposible no hacerlo con este otoño acompañado de Phillip Morris y unos cuantos ciegos.

"No podés evitar ser un tango y si tenés suerte, sos un recuerdo." No te mueras sin decirme a donde vas.

miércoles, 6 de abril de 2011

Forever alone? ¡Un trago por eso!

Hoy quiero celebrar no tener nada que decir, poder acostarme a dormir, pero preferir no hacerlo. Decidir, otra vez... (¿Decidir, qué es eso?)
Decidí que ahora me toca a mí, mi película, sin personajes, pero mía.

Ahora tendré esas conversaciones de cortesía, las que me hacían cambiar de dirección en los pasillos. A ver, Natasha... Tienes que intentarlo, al menos hasta que te pregunten:

"(conversaciónnulacualquiervainadeholaquémásbiencheveregracias)...¿Y tú cómo estás?"

Y ahí es cuando comienza el proceso mental del Malditaseayaéstequéleimporta, pero ¡ya no más! Ahora seré amable y dulce, ahora responderé:

-Bien, vale... No me quejo. Yanolloroenlaregadera.

Y aquí, por supuesto... Se empieza a ver a los lados buscando excusas para cortar la conversación, pero no las hay así que se hace la otra pregunta:

"(yaseempiezanaverlascarasincómodas)... ¿Y la carrera, la casa, tu vida, cómo va eso?"

-Bien, me encanta aunqueavecesmegustaríamandartodoalamierdayserstripperperonoestoytanbuenacomonatalieportmanencloser, en la casa bien jodiendo, la vida está mejor cierto.. y tú? enrealidadnomeimporta.

Y aquí, se dirá X cosa y luego el TÍPICO fin de conversación de cortesía.

-Vale, me tengo que ir.. pero pendiente de salir un día, yo te escribo. noloharé

-Sí, seguro...noloharás

Y MÁS NUNCA, hasta el siguiente encuentro casual, pero me siento del suficiente buen humor como para pasar por ese circo.. No tengo absolutamente nada que decir senota, pero aquí estamos.

Espero algún día volver a encontrar esos viejos insomnios por tu culpa, invitarlos a un café, un encuentro del tipo cualquiervainaholaquémásbiencheveregracias y más nunca llamarlos, como se merecen.