Chau.

Ya dejé de aprender de los errores
Hay que agarrar el volante del accidente que nos dejará paralíticos.

Nos sentamos a escuchar Radiohead y a navegar por el mar de tristeza y risas que nos ahogaba al mismo tiempo. Rodamos en el suelo y hablamos de los sueños. Todo es una foto y hay que sonreír para la cámara.

(Yo y mis temas inconexos. Yo y mis paréntesis y puntos y seguido)

A veces tengo momentos de conciencia y digo:
-Menos mal que ya no espero sus llamadas. Menos mal que ya no cuento los días que no aparece.

Y ellas dicen:

-UUUUUH... De pana, ese hijodeputa, que engaño...

Yo lo leo con sus "lo cual, es decir, a la cual, es decir..." y digo JÓDETE. Es decir, no puedo seguir pensando que esto funcionaba y que era buena idea. Sí, yo pensaba que era buena idea. Aquí es cuando decimos todos a coro con Dr Phil "AWW POBRE PAJUA..."Pero bueno, ya pasó el momento de conciencia de Menosmalquenoteespero y seguimos. Como le dije a A. Hay que saber cuando parar -y no como hace M. confundiendo el freno con el acelerador, ya sabemos cómo terminan esos choques y no quiero seguir tumbando postes de cordura en esta enferma cabecita... Ya fue suficiente.-

Yo puedo dejar de escribir mierda cuando quiera, pero ¿podrías dejar de leerla?

Sin esperar respuestas, me despido. Sin razonar los ataques, decido.
Y sin justificar los vicios, apuesto, porque siento que la casa perderá algún día.

Pero mientras eso pasa...
Chau.

Lo necesitaba.

No es que tenga olvidado mi blog, es que no he tenido internet y bla bla bla... (sigo sin internet, pero la ansiedad me estaba matando, necesitaba bloggear!)

Yo sé que le debo varias entradas a mi blog, no se me ha olvidado, pero no es el momento.

Me encanta darme cuenta de la tranquilidad. Sí, estoy tranquila... Muy amargada, pero tranquila.

Es que yo necesito el caos, el tráfico emocional, el impulso de no sé qué de arrastrarme en instintos básicos. Yo necesito las preguntas, no tanto las respuestas... (eso y la ronquera sin fumar me tiene amargada) pero es una mariquera (y la consciencia de la estupidez me calma).