Nunca preguntes lo que estoy pensando.

"La vida sentirá aún más frío y el fantasma no podrá dormir..."

martes, 28 de junio de 2011

No hay palabras para lo estúpida que te debes sentir.

Yo me imagino contando esto en Dr Phil y la audiencia diciendo a coro "Ay, pobre guevona..."

Sí, porque eso es lo que soy: Una poooobre guevona.

En contra de todo consejo Chica Cosmo, en contra de todo sentido común, tú vas y eres sincera y dices "Hey, no tengo argumentos válidos, ni un poquito... pero me arrecha no importarte ¿sabes?" y ¿qué pasa? LO LÓGICO.

Este estilo de vida de Monopene sin compromisos no lleva a nada bueno... Hay una fina línea entre Sharon Stone y Taylor Swift y yo abro las piernas sin pantaletas, pero con el soundtrack acústico marico y dos colitas en el pelo. Y ASÍ! NO! SE PUEDE!

Esto es como cuando mi mamá se despierta en la madrugada y me pregunta "¿Qué es ese olor a cigarro, tú no te vas a dormir, chica?" Y yo como que..."Estás soñando... Todo está en tu meeeente, vuelve a la cama, no ha pasado naaaada..." Es así, totalmente.

En un mismo día tuve estas dos conversaciones. Una pseudo Sharon Stone y la otra TAYLOR SWIFT GUEVONA.

Sí, hay dos formas de ser pussy y he estado bailando pendularmente en los dos términos estas últimas semanas.

O eres una pussy, es decir: Vagina andante sin sentimientos.
O eres una pussy: Una vulgar pendeja.

Y NO HAY TÉRMINOS MEDIOS. Eso es lo triste del asunto.

La reacción de Pussy en este post es tragicómicamente conveniente...

domingo, 12 de junio de 2011

Noche Sudestada.

Me gustaría tener el tiempo de enseñarte la diferencia entre un cielo que vale la pena escribir y los que vale la pena fumar.
Me gustaría seguir escuchando a Cerati después de acercarnos.
Hablar, hablar de todo...
Y tener una noche en Baires y que veas que allá la noche es diferente, sin volúmen, sin el ruido nublado, seguro y despejado, aunque no lo esté.
Me escuchaste frágil y no sentiste nada.

No tengo el tiempo para desprenderme,
ni un segundo.

V: Es difícil dejar de hablar con canciones...

miércoles, 1 de junio de 2011

Antes de salir con una chica que tiene un blog...

Antes de salir con una chica que tiene un blog, tienes que saber que tu vida será escrita, para bien o para mal. Seguramente para mal, pero tómalo como un cumplido enfermo. Si te incomoda, hay muchas chicas que no escriben y son lindas... Hasta chicas que escriben y no sienten la necesidad perra de publicar, esas son chéveres también.

Puede que al principio te parezca un rasgo favorable, capaz interesante y hasta adorable, pero piensa que el desconocido protagonista del post anterior, podrías ser tú.

Una blogger sabe que la van a mandar a la mierda eventualmente. Será incómodo, sí... Pero hay que escribirlo, por muy humillante que sea.

Es como tener semanas estreñido, estar en la calle, baño público y no poder aguantar. Es una mala idea, esperas que nadie entre, pero daaaaaaaaale, que te sientes con suerte hoy.

Si crees que puedes vivir con unos vecinos fantasmas, mi ventana está abierta para que entres y me leas y sino, no te preocupes, cuando repartieron la verguenza yo andaba cambiando la fuente de mi blog, relaz.

Mi verdad es esta: De día no soy tan intensa, puedes relajarte si te escribo, puede ser que no sea tan textual y apasionado (puede ser, dije) pero es que en la madrugada me dan ganas de vomitar lo nuestro y el blog es el carro en movimiento que me lleva, fue tu culpa por emborracharme sin querer.

Pero de verdad no te lo tomes tan en serio.

Aunque no se cambien los papeles...

Empecé a odiar el dominó por tu culpa. Desde un principio dijiste lo peligroso que era esto, pero no me conocías tanto, conmigo sólo es peligroso cuando escribo y aquí estoy, podemos empezar a preocuparnos.

A ver, te explico lo que pasa: Casi nunca mi mente está en mute, siempre estoy cantando o hablando sola mentalmente (loca, lo sé).. pero de vez en cuando, en los silencios tensos... te recuerdo. Recuerdo las marcas de mis uñas en tu espalda y las marcas de tus dedos en mi cuerpo.

Tú y tu maldito juego, yo y mis canciones tristes, pero lo sabes: hay cosas que no quiero olvidar.

Tú te haces el duro jalándome el pelo y yo me hago la buena durmiendo a tu lado. Tú tratas de controlarme y yo me quedo sin palabras.

Tú sabes lo que quieres conmigo y me propones un cómo que rompe mis paradigmas y un cuándo que -mientras no estés jugando dominó, claro- mantiene la presión suficiente para ponerme nerviosa y atenta.

Eres repetitivo... Siempre con tus advertencias de "juntosperonorevueltos" y yo con un caos existencial de No sé que quiero, deja de verme así.

Y antes de que volvamos a tener la misma conversación de "¿Qué somos? ¿Qué queremos y dónde estamos?" debes saberlo.

No, no estamos en la misma página,
no estamos ni siquiera
en el mismo libro.