Bitácora de Vacasha.

Día #7:

Primera semana superada.

Hoy fui a una clase de "Baile extremo"... El nombre sonaba peligroso, pero entré.

¿Tengo mucho tiempo sin salir con alguien o el que daba la clase era sexy?

No sé si era la sonrisa pícara o el anillo en su dedo lo que me parecía extremadamente atractivo, pero, oh jesús... Me pasaron muchas cosas por la cabeza esa hora de clase.

Después de la clase de Bailoterapia, me dí cuenta de lo descoordinada que soy bailando salsa, pero realmente... En ese "Baile extremo" descubrí nuevos niveles de verguenza bailando tambores y lo peor es que justo en el momento más humillante de mi zapateo y meneo anal, el hombre que me provocaba bajar de la tarima y hacerle el paso de baile más erótico del mundo, conocido como "El rapidito", volteaba a verme, sonreía y se acercaba para hacer el paso más cerquita y evitarme cualquier tipo de humillación innecesaria. Mi hipótesis es que se acercaba para verme menearlo de cerca, pero en fin...

Luego, cuando Flavor Balvoa me puso otros ejercicios para endurecer la gelatina, se acercó el cuarentón que baila rico y me dijo que bailé bien (?), que nos veríamos la próxima clase y poco a poco entendería mejor sus señales... Obviamente quería seducirme, es lógico.

El individuo se llama Ivan y también dará una clase mañana llamada "Glutab" no sé de qué se trata, pero si incluye sus manos cerca de mis glúteos, suena bien...

Me despido blandita, gerning y optimista.