Finalmente, volví a la normalidad.
A conmoverme con cosas tontas, mirar a los lados y negarlo.
A necesitar tanto y nada.
A las máquinas de tiempo con T.
Obviamente a mis incoherencias y a reírme sola...
A la sala de espera de creatividad.
No esperaba volver a mi lugar común y sin embargo, aquí estamos.
Corrí hacia un muro y no me puedo quejar.
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