Mi último amigo secreto me regaló una taza de "DIOS SÍ EXISTE." y unos audífonos (recordemos que días antes de la entrega, mi Ipod había caído en una basura llena de mercurio... Sí, esas cosas que me pasan a mí.)
El tiempo borró la palabra DIOS de mi taza, irónicamente... Ahora sólo dice, en tono de orden DI SI EXISTE. Okey, sí existe, sí existe....
Gracias, amigo secreto (Eric), eres realmente un coñoemadre genial. No creas que se me ha olvidado... Larga vida al VIH.
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