A ver, te explico lo que pasa: Casi nunca mi mente está en mute, siempre estoy cantando o hablando sola mentalmente (loca, lo sé).. pero de vez en cuando, en los silencios tensos... te recuerdo. Recuerdo las marcas de mis uñas en tu espalda y las marcas de tus dedos en mi cuerpo.
Tú y tu maldito juego, yo y mis canciones tristes, pero lo sabes: hay cosas que no quiero olvidar.
Tú te haces el duro jalándome el pelo y yo me hago la buena durmiendo a tu lado. Tú tratas de controlarme y yo me quedo sin palabras.
Tú sabes lo que quieres conmigo y me propones un cómo que rompe mis paradigmas y un cuándo que -mientras no estés jugando dominó, claro- mantiene la presión suficiente para ponerme nerviosa y atenta.
Eres repetitivo... Siempre con tus advertencias de "juntosperonorevueltos" y yo con un caos existencial de No sé que quiero, deja de verme así.
Y antes de que volvamos a tener la misma conversación de "¿Qué somos? ¿Qué queremos y dónde estamos?" debes saberlo.
No, no estamos en la misma página,
no estamos ni siquiera
en el mismo libro.
1 comentario:
Todo cayendo por el efecto domino, todo cae por su propio peso. "Jalones de pelo" dedos, uñas, besos, charlas, polvos. Siempre tienen significado y se unen por una punta, como las fichas del dominó, dominó o dominas vos?
¿Qué ficha del dominó sos vos?
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