Ahora tengo un sufrimiento de mentira. Ya no escribo como antes, ya no puedo ser sincera conmigo misma. Sé lo que me pasa, pero no puedo decirlo.
Sufro más y siento menos.
Está ahí, cada vez que cae la contestadora.
En las llamadas perdidas.
En los DM que leo tarde.
Soportar, soportar, soportar...
hay un límite en desconocerse. Hay un límite en sufrirse y no se da cuenta.
Me gustaría que lo supiera. Que sintiera cuando no grito, cuando le bajo el volumen al silencio y me buscara.
Hay sueños que no pueden domarse, sobre todo los de los insomnios. Yo lo sé y lo busco.
Pero para mí nadie viene, nadie llega.
Mis amigas dicen que tienen ganas de conocer a un extraño y bailar.
Yo quiero conocerlo a él. Quiero que me conozca a mí y siga con ganas de sacarme a bailar.
domingo, 1 de julio de 2012
lunes, 14 de mayo de 2012
martes, 1 de mayo de 2012
No leas entre líneas si sufres de dislexia
Si mataste al tigre, no le puedes tener miedo al cuero, eso dicen.
el problema es que yo no maté nada, ni nada me ha matado a mí... ahora hay tigres suicidas por todas partes y sin darme cuenta mis manos ya no son manos y mis dedos son balas.
Todo lo que se pueda contar de nosotros ha pasado en las mismas calles, en las mismas plazas, en los mismos bares
y sin embargo, nada ha sido igual, ni un silencio se ha repetido más de una vez.
Me destruye, me construye, todo a su conveniencia.
Me llora y me deja, me aleja y me regresa, me forma y me deforma, todo a su medida.
Me complica y me resume, me conoce y me olvida, me mata y se suicida, todo a su disgusto.
Y el problema es
que todo lo que pueda contarse de nosotros, ya se ha dicho y se ha dicho mal, se ha dicho incompleto,
porque ni siquiera sabemos quién es el suicida, si el tigre resignado
o el cazador desarmado.
Tal vez el problema es
que amamos demasiado el cuero como para mirarlo a los ojos y no querer morir en el intento.
domingo, 22 de abril de 2012
Ayer pensé
Ayer pensé
que somos peces en un acuario, peces que están buscando el mar y se dan cuenta de que sólo pueden encontrarlo, al encontrarse, al estar juntos, al desaparecer
y navegar.
martes, 3 de abril de 2012
Y pensar que la amaba tanto...
que ya no somos tiburones, ahora somos hojas de papel
que se borran, se escriben, se rompen y cuando pueden se aman.
que inundamos cuartos de hotel en la noche y en el día se nos acabaron los comienzos.
que a veces no importa lo que nos detiene.
De eso hablaban los fantasmas que leí... de esos abismos que son oxígeno y camisas de fuerza.
¿Por qué alguien se lanzaría ese suicidio, a esas canciones de The Cure, a esos dolores en el pecho, a esos muros de concreto y dudas?
Supongo que con sed, se lame cualquier esperanza del piso.
sábado, 3 de marzo de 2012
Y me fui sin despedirme
Nunca entendí esa sinceridad sin compromisos, ni esas manos frías.
Ni esas ganas de repetir momentos que no murieron en camas anónimas.
La peor derrota, la peor pelea.... La que me cansé de no tener, tiré la toalla y me fui. Sé que no ibas a entenderlo y no tenía energía de explicarlo. Parece una estupidez, pero era una enfermedad.
La incondicionalidad no tiene fondo. Te arrastras en ese piso demasiado tiempo para darte cuenta de que sí lo tiene, es un inevitable final que te muerde la lengua hasta encontrar palabras para despedirte
Y no las encontré.
Me sé los acordes de tus excusas y ya no quiero seguir cantando razones para quedarme.
viernes, 10 de febrero de 2012
El método de agarrarnos fuera de base.
Ya no sé si seguir contando lo que me dolía, lo que no existía o conseguirme un par y contarte que soy feliz ahora. Eso cuesta más, admitir felicidad. Es que cuando se sabe que es feliz, hay que saberse frágil y eso de fluir sin un fin me cuesta vivirlo a diario sin escuchar a Cerati.
Okey. Feliz capaz es una palabra un poco intimidante, me haces reír y eso siempre te lo digo... No por tus chistes, que son terribles, por ti y contigo. Me haces reír.
Soy una intensa. Cuando me pongo intensa, me pones el sombrero de la histeria y me mandas al rincón. Sí, al rincón, así de joda. Yo quería tener un rinconcito en tu cuarto y me lo gané con mis ataques nerviosos.
Te pedí que me prometieras algo y te quedaste callado. Eres un tango electrónico, el remix de mi milonga favorita y no sé en qué momento eso empezó a parecerme tan liberador y necesario, capaz pones a bailar a las voces en mi cabeza y por fin activaste el concierto perpetuo umplugged en mí.
O no...
domingo, 22 de enero de 2012
Giros y cosas que se quieren olvidar.
Ya no se sienten por ausentes... o eso dicen, al menos.
Él quería saber para quien escribía, quién estaba en mi cabeza...
pero me dejó caer, sólo para ver cómo me levantaba, si me levantaba.
Mi parte favorita de esos encuentros eran siempre con la luz apagada y los cigarros prendidos.
Eso era todo, giros y cosas que se recuerdan con el tiempo, sólo eso.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)