Es increíble como resulta la muerte, nunca sabes cuándo puede ser la última vez que verás a alguien. Y mientras los ves morir, tratas de tomar todo como una despedida.
Como si las cosas tuvieran sentimiento, como si realmente importaran... Todos morimos, pero sólo pocos pueden hacerlo en la tranquilidad de la soledad. Algunos tenemos que verlos dar el último respiro y así mismo, respirar hondo, cerrarles los ojos y construír muros.
Hasta que alguien sea capaz de vernos vivir, a su lado.
Hasta ese día, buenas noches.
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